Soy Ximena Ramos.





Por su atención; gracias.
Y buenas noches...

¿Mencioné alguna vez que los sueños me confunden?
Pues bueno, eso.

Me descolocan en ocasiones. Tan reales y tangibles, tan fantásticos y frescos en la memoria al minuto primero de abrir los ojos y evocar todo lo que los otros "yo" han vivido en mi. Y como no sentirse desorientado cuando la realidad se haya dentro de un sueño y con ella una realidad poco alternativa y tan yo, tan real. Tanto, que llegas a dudar de en qué minuto abriste los ojos... ¿Los abriste, los cerraste? ¿Y cuándo?... No me di cuenta de nada, pero cuando recuerdo y la mente fantasea, y fantasea en todos esos recuerdos, hasta yo me olvido de quien soy, quien fui y de dónde demonios estoy.

Sweet dreams.

Ya. Aquí vienen los gritos, yo chillando, más gritos, baba, pensamientos libidinosos, sexyness y fangirlismo al 100%. Porque si es por este mayordomo, creo que no sería la unica en hacer un pacto para venderle mi alma (fake), porque hablamos aquí de un mayordomo demonio, señoras y señores. No cualquier pinguino que me sirve la cena o ayuda con la baticueva. Y si bien no es a mi, lamentablemente, a quien obedece, al joven Conde Ciel de Phantomhive (de escasos 12 años. Holi :B), perteneciente al prestigioso linaje inglés dedicado al cuidado de la Familia Real y su Reina, le hace hasta lo que nuestros novios nunca harían por nosotras (fake again). Bueno. Hace malabares, cuida el jardin, ama a los gatos -dice que en su mundo criaturas como esas no existen-, pelea, cocina repostería de primera, asea, y como tienen un pacto que al mocoso le costó un ojo de la cara (y hablo en el sentido literal) hace todo lo que el niñato le pida.

Sin padres y con una horda de sirvientes imbéciles poco talentosos pero carismáticos, personajes super freak (como Grell, el Death Ghost pseudo travesti hawt), Sebastian y Ciel resuelven casos ultra místicos y misteriosos dentro de su país, como siempre, en el nombre de su adorada Reina. Son los perros guardianes de su nación y como tales se mueven en una onda super underground. Con un estilo shuper ghei, niños vestidos de mujer, mucha gente DANDI, excelentes vestuarios y sexo (ojalá) androgenidad, esta serie me cautivó en menos de lo que dura un orgasmo. Ok, no. Eso queda a criterio. Pero me encanta.

El manga (en inglés) lo provee OneManga, y si quieren una ojeada al anime con el Opening/Ending, sólo clickeenle al play :)

(Amé el ending (L). Cantado por Becca, chica estadounidense que nació/vivió en japón~)

Aún cuando las serie rescata más lo oscuro, el sufrimiento, y la onda emo soy-malo-pero-también-sufro el dolor de la historia original, no tengo nada de que quejarme mientras sigan mostrando lo sexy que es, como diría Sir Grell, My Little Sebas.

Pd: debo agradecer a My Sweet Honey por darme a conocer esta expresión máxima de homosexualidad hermosura andrógena :*